martes, 24 de febrero de 2009

Migrantes rururbanas

MIGRANTES RURURBANAS
ESTRATEGIAS DE VIDA DE MUJERES MIGRADAS EN LA PROVINCIA DE MISIONES – ARGENTINA[1]

La migración de mujeres – que según algunos estudiosos[2] migran en mayor cantidad que los varones – desde las zonas rurales a las urbanas es un fenómeno poco estudiado; como así tampoco aquellos que se refieran a lo que pasa con las mujeres que se quedan en las zonas rurales versus sus iguales migradas (Chaney, 1982); pero lo que aún falta desarrollar son estudios acerca de las maneras en que los programas gubernamentales influyen en la migración femenina.

Algunos estudios han sugerido que junto con el desarrollo económico de diferentes períodos históricos, los variados patrones de absorción laboral han conducido olas sucesivas de migrantes (Oliveira (1976); Alba (1977). La búsqueda de trabajo (Orlansky y Dubrosky, 1978) como causa de la migración, como así también los modelos microeconómicos de transferencia de fuerza de trabajo (Fel y Ranis, 1961) y (Todaro, 1969) donde la conducta económica individual constituye el nivel primario de investigación y señalan determinantes y consecuencias en las migraciones femeninas como espejo de las masculinas. La marginalización de las mujeres en la producción agrícola y el mercado de trabajo restringido en las zonas rurales, causando diferencias de sexo y edad en la migración fue estudiado por Prates (1980).

Un análisis comprensivo de los movimientos de la población debe acompañar a los determinantes de la conducta y a los factores estructurales que motivan la conducta individual de los actores (Wood, 1982), por lo tanto, se buscaron puentes analíticos que relacionaron conductas atomizadas de individuos al proceso de cambio macroeconómico. La Unidad Doméstica emergió como una variable intermedia capaz de establecer nexos entre los niveles individual y social.

La migración puede ser vista como un proceso grupal de decisión, en el cual los individuos toman parte, tanto como un proceso relacionado a la condición global de unidades domésticas ligadas entre sí a través de lazos comunales y regionales (Dinerman, 1982). La dinámica interna de la familia y la unidad doméstica provee las bases para el entendimiento de diferencias potenciales en los patrones y características de la migración masculina y femenina. El rol dual delas mujeres como trabajadoras pagas y trabajadoras familiares no-pagas en la división del trabajo doméstico se indican como componentes clave de configuración y definición de patrones de migración.

Estas fueron mis herramientas de trabajo:
A partir de considerar cuáles son los mecanismos utilizados, estrategias adaptativas (Bennet, 1971), la forma en que actores individuales y colectivos desarrollan mecanismos de respuesta y patrones de utilización de recursos naturales y sociales con el fin de lograr determinados objetivos y resolver problemas; siendo que estos recursos (E. Flores) son lo suficientemente flexibles ya que se ajustan a medios y fines y están fuertmente relacionados y condicionados por la pertenencia de género, de clase y de etnia. Acceder a las subjetividades de las mujeres migradas y localizar marcos de significado (Giddens, A., 1967) mediante los cuales se confiere sentido a los sucesos, donde la persona, como unidad de la acción, se define como flujo continuo de experiencia vivida, el proceso vivido de la conducta cotidiana. Las “elecciones” fueron vistas como actos de los cuales se sabe (se cree) que puede esperar que manifieste una cualidad o resultado particular (Giddens, 1967); las “racionalidades” se refirieron al concepto propuesto por Habermás, según el cual cómo la forma en que los sujetos, que son capaces de lenguaje y de acción hacen uso del conocimiento que poseen.

El contexto en que las actoras de este estudio se hallan inmersas, condicionado por las relaciones de producción y pertenencia étnica, condujo a la reflexión sobre el concepto de “región” donde los actores sociales desarrollan sus estrategias de vida en referencia a los modos de producción, tenencias de la tierra, pertenencia étnica, desarrollo histórico local, composición de los grupos familiares, vigencia de diferentes lenguas en forma simultánea, todo ello trascendiendo las fronteras políticas entre tres países: Argentina, Paraguay y Brasil.

En el estudio que realicé en la ciudad de Posadas, Provincia de Misiones, Argentina entre los años 1987-1989, focalicé en las mujeres migradas, asentadas en zonas periféricas, lugares que estaban siendo denominados como “bolsones de pobreza”.

Casi la totalidad de la extensión de la Provincia está dedicada a explotaciones agro-forestales, con algún desarrollo en agro-industrias; siendo sus conglomerados urbanos escasos y de pequeña dimensión, la ciudad como punto de destino, es la capital provincial.

Las mujeres – sujeto de la investigación – fueron estudiadas en términos de sus actividades cotidianas para la subsistencia y reproducción familiar.

Buscando causas de la emigración de las zonas rurales, encontré que las oportunidades de trabajo constituyen proyectos de carácter individual o del grupo familiar.

Entre los tipos de migración registrados puede mencionarse:
estacional: involucra a pequeños agricultores y peones rurales que se dirigen a determinadas localidades, en determinadas épocas del año, donde se realizan ciertas tareas agrícolas;
por relevos: consiste en que parte de los miembros del grupo familiar es lanzado a los centros urbanos para desempeñar tareas remuneradas que permitan la persistencia de la unidad agrícola familiar.
por etapas: con sucesivos puntos de estadía que son sub-metas que conducen al asentamiento urbano o metropolitano final;
huída: debido a condiciones de vida insostenible o insoportables – incluye numerosas jóvenes que fueron sometidas a malostratos y/o violaciones.

Buscando motivaciones subjetivas:
migración con el grupo familiar: para acompañar a la pareja o para unirse al grupo ya migrado por motivos de trabajo.
Por viudez o abandono: las condiciones de trabajo en las zonas rurales les asignan el rol de trabajadoras familiares no remuneradas, ya que junto con los niños constituyen un “paquete” o “kit” de fuerza de trabajo que los patrones rurales contratan bajo el nombre del jefe de familia.

EN EL MEDIO URBANO, PUNTO DE DESTINO:
Las posibilidades laborales, se multiplican en el medio urbano; allí se establecerán verdaderos “racimos” de parientes o vecinos solidarios, estableciendo relaciones que incluyen alianzas, reciprocidades, prácticas rituales constituyendo redes estratégicas de supervivencia, muchas veces el único medio de seguridad con que cuentan.

Las actividades que en el área rural tenían meramente valor de uso, paulatinamente se transforman en valor de cambio.

Para las mujeres, esta nueva instancia, aunque signifique mayor trabajo, más cansancio y poca remuneración, el asentamiento urbano significa más autonomía que el control familiar y social del medio rural y la posibilidad de manipular dinero propio.

El mercado laboral ofrece muy escasas oportunidades en una zona no-industrial; comercio y servicios son los dos rubros dominantes, así que las mujeres buscarán tareas intersticiales, informales, de acuerdo a su propio bagaje de conocimientos, ya que los programas educativos oficiales- si es que tuvieron oportunidad de educarse- no preparan a la población para el trabajo.

En el nuevo asentamiento, la salida laboral tiene carácter individual; ya no hay más reparto de tareas en la explotación familiar o en el contrato por “paquete” (como es habitual la contratación que incluye a todo el grupo familiar); el proceso de individuación es mucho más acentuado que el proceso de asalarización, ya que el empleo por salario es mucho más difícil de encontrar; también la proletarización resulta difícil, ya que no se trata de una ciudad industrial, y las pocas fábricas que existen, pagan a destajo, generando competencias individuales antes que conciencia de clase o pertenencia de grupos; el pago entonces, estará más orientado a la productividad antes que a la subsistencia del grupo familiar de la obrera.

Las salidas individuales remiten al establecimiento de relaciones asimétricas – de patrón-cliente, como el servicio doméstico, las actividades de el “paso” ( denominación que se utiliza para el contrabando entre Encarnación, Paraguay y Posadas, también denominado “hormiga”) o las tareas de “cargazón” (sistema de encargo de costura a destajo y en el domicilio).

La participación comunitaria más efectiva registrada ha sido localizada en la actuación en cooperadoras escolares, o en las instituciones religiosas, donde la tarea bajo la dirección de otros – aquellos que ellas perciben que tienen cuotas de poder como las maestras o el párroco – resultaría un ámbito de fácil desempeño ya que replica las tareas “femeninas” (tanto las actividades similares a las domésticas de limpiar, acomodar, cocinar ollas comunitarias, ordenar, disciplinar, cumplir órdenes, conducir rituales, ser cómplice, representar y defender al poderoso).

La participación política también replica este tipo de relaciones clientelísticas, siendo muy difícil encontrar grupos organizados de base, las alianzas tenderán a ser individuales y asimétricas.

La formación de grupos solidarios de mujeres para la búsqueda alternativa de fuentes de trabajo es una tarea muy difícil, ya que los compromisos con sus hogares no les otorgan mucho tiempo libre; algunos funcionarios han propuesto la multiplicación de guarderías, pero ésta no parece una solución que las madres apetezcan.

De los testimonios de mujeres entrevistadas en estos sectores y como resultado de un juego entre la observación y la valoración, he agrupado ciertos items, buscando una aproximación a una definición de la accesibilidad en la problemática de la inserción laboral, y tiene que ver con la significación.

Dicho agrupamiento, ordena items que tienen carácter estructural, en intermedios (aquellos que tienen que ver con la distribución del Poder) y terminales (aquellos que traducen los intereses “de la gente”); lo que “la gente” percibe que no puede operar o manipular); y por otro lado, agrupa bajo la designación de semi-estructurales, intermedios: (aquellos en los que lo estratégico prima sobre lo normativo) y en el último cuadro, en la línea de los terminales, concentra ítems que señalan (la capacidad de transformación del todo); o sea, que agrupa condicionantes y estrategias.

Algunas conclusiones en relación a una vida antes rural, y otra después, en el asentamiento urbano:
1. Cuestiones que han dejado de tener importancia luego del proceso migratorio:
a. Imperativos morales
b. Composición familiar numerosa
c. Antecedentes laborales rurales en actividades agrícolas o agroindustriales
d. Conocimientos de prácticas hortícolas y de cría

2. Cuestiones que se convierten en importantes:
a. Desconocimiento jurídico y de obligaciones con el Estado
b. Desconocimiento de códigos de la sociedad urbana
c. Desconocimiento de la existencia de diferentes estratos sociales
d. Baja calificación para el mercado laboral urbano
e. Alto nivel de analfabetismo
f. Alto grado de nivel primario incompleto
g. Falta de sustitutos para el cuidado y crianza de los niños, ancianos y enfermos
3. Cuestiones que se pueden convertir en estrategias:
a. Conocimientos de fabricación de alimentos de tradición familiar-étnica
b. Capacidad de liderar y articular

Focalizando en las racionalidades – saberes o conocimientos que se tiene o se cree tener -; e intencionalidades – formas en que esos saberes o conocimientos se utilizan para la búsqueda de satisfacción de intereses/necesidades, busqué cuáles eran las diferencias entre mujeres de procedencia rural y urbana de los mismos estratos, en términos de condicionantes, limitadores a la inserción laboral urbana y estrategias adaptativas, como la negación de las condiciones negativas de existencia.

Los condicionantes como limitaciones serían: diferencias en los marcos de significado – el ser y el deber ser – no solamente referidos a su origen rural o urbano, que suponen prácticas culturales tradicionales versus “modernas” o universales, sino también remiten al origen étnico localizado en enclaves geográficos versus un ámbito donde los marcos de significado adquieren un carácter universal, con predominio de la visión del mundo de la sociedad global o nacional.

Entre las estrategias registradas se señalan algunas: dispersión de los miembros del grupo familiar para la captación de recursos; desmembramiento del grupo enviando parte a “casas de familia”; desprendimiento del tronco familiar de los jóvenes matrimonios; aprendizaje de nuevos oficios; utilización alternativa de la lengua materna y de la lengua oficial en mundos privados y público.

Posadas, Misiones. Argentina. Agosto de 2.005
[1] Estela Teresita Soto es Antropóloga Social egresada de la FHCS- UNaM de Misiones- Argentina. Este artículo sintetiza los resultados de una investigación realizada merced a una Beca de Perfeccionamiento otorgada por CONICET – Argentina entre los años 1987-1989
[2] He revisado los estudios de E.Jelin (1977); Elizaga (1966); Youssef y otros (1979); Alba (1977); Cardona y Simmons (1975); Young (1978) y Arizpe (1978).

No hay comentarios: